Al Everest en Havaianas

Solo faltan 23 días para comenzar el viaje.

No he podido avanzar con este blog como quería, porque para la Bárbara ‘laboral’ tener que irse un mes significa duplicar las tareas que tienen un día estándar (que ya de por si no lo era, hace años que mis días son de agenda a tope de 9 a 21), dobletear los compromisos, escribir el doble de columnas, grabar el doble de programas de Milenio Negocios TV, el doble de Radar Anderson, dejar 3 Foros y 25 speakers y moderadores on going.

Para la Bárbara ‘maternal’ significa conseguir antes decenas de latas de comida deshidratada en EU para Lucca y que vayan rumbo a Bangalore en avanzada a nuestra llegada, hacer muchos estudios y análisis, conseguir permisos en la aerolínea para que podamos subir una silla más cómoda para un viaje tan largo (algo que requiere hasta permisos de su neurólogo y casi un papanicolau de su progenitora), adelantar vacunas, operar dientes de leche que no se quieren ir de su boca, sumar terapias, inscripciones en la futura escuela, comprar vituallas de ultimo momento, el stock de decenas de remedios/medicinas y llenar de check list de «DONT FORGET» en mi Moleskine.

Para la Bárbara ‘puedelotodo’ es aprender a decir NO: a las entrevistas que ‘si o si quiero que recibas a mi cliente antes de irte», a los pendientes que parece que no pueden esperar un mes, a las falta de compromiso de personas que quieren ayudar pero a la mera hora solo sueltan más pendientes en tu escritorio, a la falta de sentido común de muchos comedidos, a personas que sienten que sí una puede sostener un tren en los hombros «que tal si me sostiene este submarino, de favor», a los que necesitan que les resuelvan problemas solo porque muchas veces es más fácil castigar la efectividad que buscar soluciones por cuenta propia.

Solo faltan 23 días, pero veo delante de mi un Everest y aqui, yo ataviada solo con un par de Havaianas…

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1 comentario

  1. Para Bárbara, la mujer maravilla, y su valiente familia: Namasté por hacernos partícipes de este viaje, a través del espacio, el tiempo, y las emociones: las posibles y las imposibles: las vividas y aquellas por vivir. Nos embarcamos junto con ustedes, al tiempo que estaremos ahora nosotros marcando el calendario. Seguiremos la experiencia de Lucca, y las vivencias de cada uno de sus acompañantes, a través de tu voz y de tu luz. Los esperamos con la ilusión de continuar el viaje juntos, nuestros espíritus enlazados para siempre. Namasté!

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